sábado, 20 de noviembre de 2010

Cremas & castigos

Recetas criminales
y deliciosas de Agatha Christie


Anne Martinelli y François Rivière emprendieron una tarea policíaca: rastrear los platillos mencionados por Agatha Cristie en todas sus novelas. Aunque los manjares más apetecibles de la Duquesa de la Muerte ocultan siempre mortíferos venenos, este libro es un divertido recorrido por las recetas tradicionales de la cocina inglesa y una curiosa mirada, sin arsénico ni estricnina, sobre la desconocida faceta gastronómica de la detectivesca escritora británica.
Agatha Mary Clarissa Millar manifestó siempre una frustración por no haber sido una ama de casa tradicional. Por esos sus noveles, al margen de la intriga, reflejan con obsesivo detallismo la vida cotidiana de las grades casas de campo londinenses. Y por ello su permanente referencia a platillos y bebidas, su capacidad de confeccionar trágicos menús y poner en boca de sus célebres detectives, Hercules Poirot y Miss Marple, frases contundentes como ésta de Sangre en la piscina: «Los souffles y los hojaldres son los barómetros infalibles de la serenidad de un individuo».

Se cuenta que Agatha Christie fue desde siempre glotona, apasionada bañista, patinadora y amante de la buena vida, la mesa bien servida y los viajes. Creó, además, recetas muy particulares como la “Leche-nata”, una mezcla hipercalórica de nata espesa y leche cruda, que bebía sin moderación en sus largas jornadas de escritura.
Cremas & castigos, recetas criminales y deliciosas de Agatha Christie (Ediciones B. España, 2007) se divide en cinco deliciosos fragmentos que repasan ochenta y ocho recetas. Comienza con una sección intitulada “Desayuno en Torquay”, donde se describe las costumbres de la escritora a la hora del primer rito alimenticio y se consignan fórmulas de tortillas, pasteles y mermeladas. Sigue una sección llamada “Las delicias de Greenway”, compuesta por un relato sobre la gula de la novelista —que añadiría a su figura un notable sobrepeso—, así como por recetas de platos principales como el Pastel de carne y riñones.
De la mano de la autora de Muerte en el Nilo y Asesinato en el Expreso de Oriente, se muestra “La repostería de Hercules Poirot”, en la que desfilan varios de los manjares nombrados por el detective belga.


Especial atención merece “La hora del té en casa de Miss Marple”. Allí el puntual rito inglés es defendido como imprescindible en los días de Agatha Cristie, pese a que su detective Poirot no pierde ocasión para burlarse del mismo y preferir una taza de chocolate bien espeso. No faltan aquí recetas de los dulces propios del “Five o’ clock tea”, como los Scones, Crumpets, Canapés y Sándwiches.
El libro —con fotografías de Philippe Asset y fragmentos de las novelas— no deja de lado la faceta viajera de Agatha Christie y lo mucho que la misma influyó en sus textos. Récipes, sobre todo venidos de Oriente, revelan un mundo fascinante: Hojas de vid rellenas, Empanadas de cordero con especias, y Macedonia de Honolulu, entre otros.


UNA RECETA CRIMINAL


Bizcocho de limón

Ingredientes para 8 personas
200 gr. de harina
150 gr. de mantequilla
100 gr. de azúcar
4 huevos
2 limones
1 sobre de levadura

•Precalentar el horno a 180º C y poner a fundir la mantequilla en el molde rectangular. Cascar los huevos y batirlos añadiendo poco a poco el azúcar, hasta que la mezcla se ponga blanquecina. Agregar entonces despacio la harina y luego la levadura. Mezclar bien e incorporar la mantequilla fundida.
•Lavar los limones, partirlos por la mitad y exprimir el zumo. Añadirlo a la masa. Tomar a continuación la piel de los limones y cortarla en finos bastoncillos. Blanquear los bastoncillos durante 1 minuto; luego escurrirlos y agregarlos a la masa. Mezclar bien y después verter el preparado en el molde engrasado. Cocer 45 minutos sin abrir la puerta del horno para que el bizcocho no pierda volumen.
•Desmoldar cuando el pastel está aun caliente y servirlo a la temperatura que se desee, acompañado o no de mermelada de limón.

1 comentario:

Douglas Gómez Barrueta dijo...

Quizás la relación entre crear una receta e investigar un crimen sea más estrecha de lo que parezca. Además de las recetas de Agatha Christie también están las recetas del Pepe Carvalho de Vásquez Montalbán, o los platos que le gustan al Salvo Montalbano de Andrea Camilleri. Me gusta mucho tu blog Jacqueline.