jueves, 28 de abril de 2011

Las honestas palabras de una gran cata

En torno a Viña Ardanza



El pasado 12 de abril tuvimos la enorme suerte de catar verticalmente y por primera vez en Venezuela, cinco de las mejores añadas de los vinos de Viña Ardanza, de la bodega La Rioja Alta SA y que en el país distribuye con esmero Tamayo & Cía. Se trató de caldos de 1982, 1989, 1996, 2000 y 2001, todos exquisitos, con sus diferencias, sus matices y su manera de enseñar lo que verdaderamente significa el tiempo y la botella.
La bodega La Rioja Alta S.A. fue fundada el 10 de julio de 1890 por cinco viticultores vascos y riojanos en lo que se conoce como el Barrio de la Estación de Haro, bajo el nombre "Sociedad Vinícola de la Rioja Alta".
La emblemática cata fue dirigida por el Director de la bodega para América, Rafael Momeñe, quien vino especialmente a Venezuela para presentar la cosecha 2001, recién introducida en el mercado mundial y considerada como una Reserva Especial, por las condiciones excepcionales de ese año y la evolución de la añada durante su proceso de maduración.
Más allá de la delicia de estos vinos, sus sus bondades, me quedé pensando en las grandes diferencias que observamos en las catas de vinos del Viejo y del Nuevo Mundo. Momeñe, encantador, serio, certero, jamás pronunció la palabra “taninos” por ejemplo, la primera que surge ante cualquier vino tinto.
Por otra parte, Momeñe se deshizo de los muy concurridos vocablos con los que sommeliers y especialistas se lucen: aterciopelado, equilibrado, redondo, acuerpado, por no mencionar las infaltables piernas o lágrimas y aquello del regaliz y las frutillas de bosques a los que jamás iremos y que nos hacen olvidar las frutas de nuestra infancia y nuestra cotidianidad.
Aún cuando su interés era resaltar las cualidades de los vinos que presentaba, Momeñe habló de “vinos intrépidos”, “vinos cansados” y se refirió a los caldos del 2001 como “la joya de la corona”. Y más aún, sin remordimientos, dijo de uno de sus vinos que “aún le faltaba limar ciertas asperezas”.
Honestidad del lenguaje, pues. No pido más.
Maravillosos vinos los de Viña Ardanza S.A, sin duda.

Recomiendo visitar:
Página de La Rioja Alta S.A
Artículo de Vladimir Viloria: Elogio de Viña Ardanza en El Universal.

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